Ibiza evoca sol, mar y noches vibrantes, pero existe otra isla, una más profunda y arraigada a la tierra, que late al ritmo pausado de sus campos y tradiciones ancestrales. En el corazón de este paisaje agrícola, Bodegas Can Rich se erige desde 1997 como un faro de autenticidad, un proyecto familiar nacido de la pasión de Joan Riera y Stella González Tuells por preservar y ensalzar la esencia más pura de la isla a través de la viticultura y el respeto por la naturaleza. Desde su finca original en Buscastell hasta la expansión en el singular entorno del Parque Natural de Ses Salines en 2007, Can Rich ha crecido manteniendo un compromiso inquebrantable con su entorno.
La filosofía de Can Rich es un delicado baile entre el pasado y el presente. Como nos cuentan sus propietarios, se trata de «mantener vivas las tradiciones de los campos de Ibiza, sin dar la espalda al conocimiento». Abrazan la agricultura ecológica no como una tendencia, sino como una vuelta a los orígenes, «hacerlo como lo hacían nuestros antepasados», pero apoyándose en la tecnología para entender y respetar los ciclos naturales. Su objetivo es claro: intervenir lo mínimo indispensable para «embotellar nuestro paisaje, aromas y sabores de Ibiza», dejando que la tierra y el clima mediterráneo se expresen con honestidad en cada botella.
Este respeto por la identidad ibicenca se traduce en una cuidada selección de productos que van más allá del vino. Si bien sus vinos ecológicos, marcados por los distintos terroirs de sus fincas –uno más costero y salino en Ses Salines, otro más continental en Buscastell–, son la base de su reputación, Can Rich también nos regala un aceite de oliva virgen extra excepcional y unas Hierbas Ibicencas artesanas, consideradas de las mejores de la isla. Productos amparados por sellos de calidad que hablan de un profundo vínculo con Ibiza. En esta conversación, Joan y Stella nos abren las puertas de su bodega y su filosofía, compartiendo la historia y el futuro de un proyecto que es, ante todo, amor por Ibiza.
V&S: En 1997, Can Rich inició con 17 hectáreas de viñedos. ¿Cómo ha evolucionado la bodega desde entonces, especialmente con la expansión en 2007 en el Parque Natural de Ses Salines?
C.R: Can Rich es una bodega familiar que pretende contribuir al mantenimiento y al desarrollo de las costumbres y tradiciones de Ibiza. Joan Riera y Stella González Tuells son los propietarios y los impulsores del proyecto de Can Rich. Primero plantando un viñedo y construyendo una bodega en la preciosa finca de Buscastell. Más adelante llegaron los olivos, que con las hierbas ibicencas que crecen silvestres en la finca, los algarrobos, las higueras, y otros frutales…contribuyen a preservar y favorecer la biodiversidad que ha existido siempre en la isla, y con ello a conservar el medio ambiente. Can Rich es respeto a la naturaleza y respeto a las raíces de Ibiza, a través de sus vinos y aceite de oliva virgen extra ecológicos, y a través de sus afamadas hierbas ibicencas. En 2007 se plantan más de 3.000 olivos y 4 hectáreas más de viña en Can Llaudis, una finca espectacular en pleno Parque Natural de las Salinas, y muy cercana a la costa y con temperaturas medias más altas que en la finca Can Rich, brisa marina, suelos casi al límite de salinidad. Es este terroir el que marca el carácter de nuestro Aceite de Oliva Virgen Extra y el singular estilo marcadamente mediterráneo de los vinos blancos de esta finca.
V&S:Ustedes combinan tradición y modernidad. ¿Cómo se equilibra esta dualidad en la producción y la filosofía de Can Rich?
C.R: Nuestro propósito es mantener vivas las tradiciones de los campos de Ibiza, sin dar la espalda al conocimiento. Trabajando nuestra tierra en ecológico, que no es otra cosa que hacerlo como lo hacían nuestros antepasados. Apoyándonos en las nuevas tecnologías, con el fin de entender mejor los procesos de los diferentes hábitats de nuestras fincas, intervenir sólo lo necesario para dejar que la naturaleza siga su curso y embotellar nuestro paisaje, aromas y sabores de Ibiza.
V&S:¿Qué particularidades del clima y la tierra de Ibiza influyen en sus vinos, y cómo logran transmitir esa singularidad en sus productos?
C.R: Nos gustan mucho nuestros vinos porque tienen la tipicidad de los vinos del mediterráneo de Ibiza, son vinos singulares y son vinos ligados a su origen. Tenemos dos fincas con terroirs muy diferentes, parece mentira que en la isla podamos encontrar estas diferencias de una tierra a otra. La cercanía a la costa define el estilo de los vinos y el aceite de oliva en Can Llaudis, con notas de brisa de mar, yodadas, minerales, de un suave frescor, mientras que en Can Rich, más al interior, entre la orografía de Buscastell, encontramos una cierta continentalidad, con una mayor oscilación térmica día-noche y una influencia clara de los aromas de monte del campo de Ibiza. Teniendo en cuenta las cualidades de nuestras fincas, solo tenemos que hacer lo que nos gusta, cuidar nuestras viñas y cuidar nuestros olivos. A menudo hablamos de viticultura de precisión, que no es otra cosa que ser un viticultor que trabaja con respeto, atención y la humildad suficiente para continuar aprendiendo para conseguir la madurez perfecta. Esta es nuestra definición de calidad: una uva madura y sana. Y es lo mismo que buscamos en nuestra oliva. Tenemos claro que hay que trabajar diferente en el contexto de cambio climático en el que nos encontramos. Por ejemplo, elegir el momento ideal de la vendimia, con el punto de madurez perfecto, para el estilo de vinos que queremos elaborar para la temporada de Ibiza.
V&S:¿Qué variedades de uva, tanto tradicionales como foráneas, cultivan, y por qué las seleccionaron?
C.R: Las primeras viñas de Can Rich se plantaron hace 30 años. En los 90 la tendencia era traer variedades de fuera, mejorantes las llamaban. Por eso encontramos en nuestra viña algunas variedades como Chardonnay, Merlot o Cabernet Sauvignon. Pero también encontramos variedades nativas de la isla como son la Malvasía y el Moscatell de gra menut, variedades blancas que llevan siglos cultivándose en Ibiza o la variedad tinta Monastrell, de la que se han identificado clones diferentes al que encontramos en la península, pero que los payeses las han denominado Monastrell por el mero hecho de ser uva tinta, algunos eso sí, ya las distinguen como Monastrell fort o Monastrell moll. Hay incluso alguna variedad rosada, que los payeses llaman Vermellet. Ahora la tendencia es desarrollar, proteger y preservar el patrimonio vitivinícola de la isla, esto es, dar valor a las variedades locales frente a las foráneas. Por eso en Can Rich formamos parte del Proyecto de Recuperación de Variedades Antiguas de Ibiza junto a otras bodegas locales, coordinado por los técnicos del Consell de Eivissa. Creemos que estas variedades antiguas y locales, perfectamente adaptadas tras cientos de años al clima y suelos de Ibiza, pueden proporcionarnos unos vinos singulares, únicos e identitarios. La primera fase ya está en marcha e iremos aumentando superficie de estas variedades locales, en detrimento de las foráneas, a un ritmo de unas 3.000 plantas al año. En 10 años tendremos casi toda la finca plantada con las variedades de Ibiza, pero guardando alguna de las variedades existentes, que son parte de nuestra pequeña historia, que bien manejadas han demostrado cualidades muy interesantes.
V&S: Fueron pioneros en la agricultura ecológica en Ibiza. ¿Qué desafíos implicó esta decisión y qué beneficios ha aportado?
C.R: Cuando al padre de Joan Riera le explicamos como queríamos trabajar, en ecológico, nos dijo: “pero si es lo que hemos hecho aquí toda la vida”. Por tanto, sólo nos hemos dedicado a llevar la viña como se hacía siempre. Los beneficios son visibles a simple vista cuando visitas las fincas de Can Rich. Los campos están llenos de vida y energía con gran diversidad de especies, arbustos, flores, frutales, insectos, microorganismos… y el trabajar en ecológico, favorece los equilibrios naturales. Simplemente se trata de respetar y aprovechar esos equilibrios naturales.
V&S: ¿Cómo influye el entorno del Parque Natural de Ses Salines en la calidad de sus vinos y aceites?
C.R: Es un privilegio tener una finca en el Parque Natural de las Salinas, un espacio protegido. Pero a la vez es una responsabilidad y un compromiso de Can Rich el contribuir a preservar su paisaje y sus usos tradicionales cultivando las especies que se han cultivado siempre.
V&S: Además de los vinos, producen aceites y licores. ¿Cuáles son los productos más representativos de Can Rich y qué los hace únicos?
C.R: Can Rich es conocido por sus vinos, que son la base de nuestro negocio. El aceite de oliva virgen extra ecológico, aunque de pequeña producción, es importante en Ibiza. Se elabora con las variedades locales Picual, Arbequina y Koroneiki. Tiene un punto frutado verde intenso, pero también notas picantes y mentoladas. Es una maravilla y un producto de lo más saludable. Y, por último, nuestras Hierbas Ibicencas, que son reconocidas como las mejores de la isla por ser las más artesanas… se elaboran con entre 15 y 20 hierbas silvestres que crecen en nuestra finca, y depende del año tienen más influencia unas hierbas u otras, esto le da un toque de “añada” muy cercano al vino, podríamos incluso incluir añada en la botella en el futuro. ¿Quién no termina una buena comida en Ibiza con unas hierbas ibicencas? Es un producto tradicional y muy apreciado tanto por los residentes como por los visitantes de la isla. Estamos orgullosos de formar parte de estas tres indicaciones de calidad: IGP Vinos de la Tierra de Ibiza, IGP Aceite de Ibiza y IGP Hierbas Ibicencas
V&S: ¿Cómo incorporan las nuevas técnicas de elaboración sin perder la esencia de la tradición vinícola de Ibiza?
C.R: Nuestro objetivo es hacer el mejor vino de Ibiza, creemos que es posible hacer grandes vinos en Ibiza, nuestro objetivo es que el vino de Ibiza se valore, y tenga el reconocimiento nacional e internacional que merece. Y para ello, lo que hacemos es trabajar como se hacía antes, en ecológico, pero sabiendo lo que hacemos, y cuando y como debemos hacerlo. El famoso “know-how”. Hemos incorporado a un equipo técnico con gran experiencia en la viticultura y en la elaboración. Hemos invertido en herramientas y tecnología, pero no para hacer vinos técnicos, sino para hacer vinos del terroir de Ibiza. Son herramientas que nos permiten conocer cómo se comporta la planta en el clima y los suelos de Ibiza, estudiando el comportamiento variedad a variedad (con atención en las variedades locales, como hemos dicho), para entender como se desarrolla el ciclo vegetativo aquí y conseguir una uva sana y madura. Se trata de trabajar como se hacía antes, pero en el momento adecuado y con mayor eficacia. No hacer los trabajos por sistema, sino sólo cuando sean necesarios, e intervenir exclusivamente en el momento que hay que hacerlo. Para así no tener que intervenir más adelante. En la bodega, aplicamos el mismo concepto. Y simplemente se protocolizan los trabajos para producir el estilo de vino que pretendemos en Can Rich y que creemos más se ajusta a la identidad de Ibiza y a lo que espera el consumidor. Siempre hay que tener un ojo puesto en el mercado, conocer las tendencias, que le interesa a las nuevas generaciones y como va evolucionando el gusto del vino.
V&S:¿Qué tipo de experiencias ofrecen a los visitantes para que conozcan de cerca el proceso de producción y la cultura del vino en Can Rich?
C.R: El enoturismo está en auge, en Ibiza compite con los grandes atractivos turísticos que ofrece la isla, pero aún así tenemos mucha demanda para visitar nuestra viña, la bodega y hacer una degustación de nuestros vinos. En la actualidad ofrecemos una visita a la viña y a la bodega donde explicamos, de una manera sencilla y entendible, como nos gusta trabajar en viticultura y en elaboración. Terminando con una cata comentada de nuestros vinos, de nuestro aceite de Ibiza con pan payés y termina con hierbas ibicencas. La degustación se puede acompañar de un aperitivo de embutidos, quesos y otros productos ibicencos que son los que mejor van con nuestros vinos. Terminamos la visita en la tienda donde puedes llevarte los vinos que más te hayan gustado. Hacemos envíos desde la bodega a 12 países en Europa y también a Estados Unidos, coordinando la fecha de entrega para que el vino llegue cuando nuestros visitantes ya estén de vuelta de sus vacaciones. Además, nos gusta la docencia y nos interesa fomentar y difundir toda la cultura alrededor del vino y su historia en Ibiza. Atendemos peticiones de formaciones, catas dirigidas y presentaciones… a los grupos de clientes que solicitan este tipo de actividades en sus hoteles o en restaurantes de Ibiza.
V&S:¿Cuáles son los planes a futuro para Bodegas Can Rich? ¿Hay proyectos de expansión, nuevos productos o iniciativas en el horizonte?
C.R: En el corto y medio plazo, estamos centrados, con los pies en la tierra, en hacer cada añada buenos vinos. Y hacerlo de manera consistente, añada tras añada, que es lo que te da reputación y prestigio. Luego tenemos que ser capaces de vender nuestra producción, año tras año, en los periodos que hemos contemplado en nuestro plan estratégico, con el posicionamiento y en los canales de venta que creemos mejor se adaptan a los vinos de Can Rich. Tenemos claro que, si consolidamos nuestro proyecto, podemos vivir muy bien haciendo lo que más nos gusta, y hacerlo cada vez mejor. Y será bueno para Can Rich y para Ibiza. Sólo la pretensión de ser capaces de construir la marca Can Rich, que esta se reconocida, mantener la máxima calidad de todos nuestros productos, y mantener las ventas, es un reto suficientemente motivador y gratificante para el largo plazo.
La charla con Joan Riera y Stella González Tuells deja un regusto a autenticidad y coherencia, el mismo que probablemente encontramos en sus vinos, aceites y hierbas. Can Rich no es solo una bodega; es un testimonio vivo del respeto por las raíces ibicencas, un compromiso con la agricultura ecológica entendida como tradición y un proyecto familiar que busca la excelencia sin estridencias. Su apuesta por las variedades locales, su meticuloso cuidado del viñedo y su visión de futuro centrada en la calidad constante y el prestigio, más que en la expansión desmedida, dibujan un camino sólido y profundamente conectado con la isla. Descubrir Can Rich, ya sea a través de una visita a sus fincas o descorchando una de sus botellas, es asomarse a esa otra Ibiza, la que huele a tierra, a hierbas silvestres y a brisa marina.