Barcelona es un destino ideal para familias, y la Casa Batlló, una joya de Gaudí, es una parada obligatoria. Este edificio, con su fachada ondulada y detalles fantásticos, despierta la imaginación de grandes y pequeños.
Por la mañana:
Casa Batlló: Un cuento de hadas modernista:
Inicien el día explorando este mágico edificio, obra del genial Antoni Gaudí. La Casa Batlló, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es mucho más que un edificio; es una experiencia sensorial. Gaudí transformó un edificio existente entre 1904 y 1906, dándole una fachada que evoca un dragón, un techo que simula escamas y un interior lleno de formas orgánicas y luz. Las audioguías adaptadas para niños hacen que la visita sea interactiva y divertida. Los pequeños se maravillarán con las formas orgánicas y los colores vibrantes, y descubrirán curiosidades como la similitud del edificio con un mundo submarino. Una de las curiosidades más llamativas es la representación de la leyenda de San Jorge y el dragón en la fachada y el interior del edificio.
Por la tarde:
Parque de la Ciudadela: Hagan un picnic en este hermoso parque. Los niños pueden jugar en el área de juegos y admirar la fuente monumental.
Acuario de Barcelona: Sumérjanse en el mundo marino en el Acuario, donde podrán ver tiburones, pingüinos y miles de peces de colores.
Parque Güell: Otra obra maestra de Gaudí con vistas espectaculares de la ciudad.
Tibidabo: Parque de atracciones en la cima de una montaña con vistas panorámicas.
CosmoCaixa: Museo de ciencia interactivo y muy divertido para niños.