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HUESCA Y LOS SECRETOS DE SU CIUDADELA, UN VIAJE AL CORAZÓN DEL PIRINEO

Huesca, la «Puerta del Pirineo», te recibe con el aire puro de la sierra y el encanto de una ciudad que, aunque pequeña, guarda siglos de historia y leyendas en cada rincón. Lejos del bullicio de las grandes urbes, esta capital aragonesa y sus alrededores invitan a un turismo tranquilo, a explorar sus maravillas, saborear su gastronomía única y dejarse llevar por la magia de sus paisajes.

CALLEJEANDO POR LA CIUDAD DE HUESCA

Tu aventura en Huesca empieza en su imponente Catedral de la Transfiguración del Señor, una joya gótica que domina la ciudad desde lo alto. Sus portadas y el retablo mayor son de una belleza asombrosa. Justo al lado, el Ayuntamiento y la Plaza de la Catedral son el corazón medieval. No te pierdas el Monasterio de San Pedro el Viejo, un impresionante conjunto románico donde descansan reyes aragoneses. Su claustro es una maravilla de capiteles esculpidos.

Para sentir el pulso de la ciudad, pasea por los Porches de Galicia y las calles del centro histórico, llenas de comercios tradicionales y bares donde disfrutar de un buen vino. El Parque de Miguel Servet es el pulmón verde, ideal para un paseo relajante, con su icónico Quiosco de Música y su Estanque de los Patos. Y para una vista panorámica, sube al Cerro de San Jorge, donde la ciudad se extiende ante tus ojos con el Pirineo al fondo.

SABORES DE LA TIERRA AL PLATO: GASTRONOMÍA OSCENSE

La cocina de Huesca es el reflejo de su tierra: auténtica y generosa. La ternasco de Aragón (cordero joven) asado es un plato estrella, tierno y sabroso. No puedes irte sin probar el Pollo al Chilindrón, un guiso tradicional con pimientos y tomate, o los longaniza de Graus. La repostería es exquisita, con las Trenzas de Almudévar como dulce más famoso. Y, por supuesto, marida todo con un excelente vino de la D.O. Somontano, una de las más prestigiosas de Aragón. El tapeo es una costumbre arraigada, y la zona de la Calle del Coso te espera con una gran variedad de bares para degustar tapas creativas y tradicionales.

LEYENDAS Y LOS TESOROS DE LOS ALREDEDORES

Los alrededores de Huesca son un sinfín de descubrimientos. A pocos kilómetros, la Abadía de Montearagón, aunque en ruinas, conserva una mística imponente. Y aquí es donde nos encontramos con una de las leyendas más famosas de la zona, la del «Campana de Huesca». Se cuenta que en el siglo XII, el rey Ramiro II, cansado de la desobediencia de sus nobles, les invitó a la corte para fabricar una «campana» que sonara en todo el reino. Cuando los nobles llegaron, los decapitó y los colocó en círculo, siendo el obispo la «badajo», en un macabro ejemplo de autoridad. Un relato que, más allá de su crudeza, resalta el carácter indomable de la historia aragonesa.

Más allá, te espera el espectacular Castillo de Loarre, una fortaleza románica en perfecto estado de conservación, que te transportará a la época medieval con solo cruzar sus muros. El paisaje de los Mallos de Riglos, imponentes formaciones rocosas, es un paraíso para escaladores y amantes de la naturaleza. Y si buscas la pureza del Pirineo, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido te espera con sus valles glaciares, cascadas y una biodiversidad asombrosa.

Huesca y su provincia son un destino que te invita a la aventura y a la contemplación, donde cada visita es una inmersión en la historia y la naturaleza más pura.

Inés Alvarez

Writer & Blogger