Si se viaja a Cataluña uno de los destinos imprescindibles en la lista es la Costa Brava, una de las zonas más famosas de la comunidad autónoma y una apuesta segura en los meses de verano. Desde gastronomía hasta maravillosos paisajes con calas y playas únicas que sorprenderán a todo el que vaya.
Aunque la Costa Brava es muy amplia y necesita unos cuantos días para verla al completo, en un fin de semana es posible visitar todo aquello que forma parte de su lista de imprescindibles. Lo primero que encontramos es Cadaqués, uno de los pueblos más bonitos de Cataluña. Ubicado en el paisaje del Parque Natural del Cap de Creus, aun conserva la esencia y el encanto de un pueblo pescador, ya que desde sus calas y su paseo marítimo se pueden observar las barcas de colores. Una vez recorrido el pueblo, es recomendable ir a alguna de las calas de la zona para bañarse en las aguas cristalinas que caracterizan el lugar. Al ser una cala rodeada de vegetación el acceso es a pie, por eso obligan a hacer una pequeña caminata si se quiere llegar a ellas. Otra de las cosas que no pueden dejarse de hacer en la Costa Brava es degustar la gastronomía de la zona, en la cual predomina el marisco, el pescado fresco y los platos tradicionales de la cocina catalana como las gambas de Palamós o las anxoves de l’Escala.
Todos los pueblos de la Costa Brava tienen un encanto especial, pero, sobre todo, Calella de Palafrugell característico por sus casas blancas y sus calles estrechas. Una vez visitado el pueblo es recomendable ir al Far de Sant Sebastià, un lugar mágico desde donde se puede ver una de las mejores puestas de sol. Justo al lado podemos encontrar Llafranc, un pueblo un poco menos conocido y menos turístico que Calella de Palafrugell pero con el mismo encanto que este. Uno de sus lugares imprescindibles es la playa, con sus contrastes entre los bañistas y las pequeñas embarcaciones que flotan sobre el agua.
Otra actividad que no puede fallar es recorrer alguno de los Caminos de Ronda, característicos de la comarca por sus maravillosos paisajes. Al bordear el mar se ven increíbles playas con calas, acantilados y pequeños pueblos con encanto que no decepcionan a nadie. Entre los más recomendados podemos encontrar el que va de Sant Feliu de Guíxols a S’Agaró. No podemos olvidarnos de Tossa de Mar, el único pueblo de Cataluña con una fortificación costera, a la cual es fácil acceder y desde donde se tienen unas vistas magníficas tanto del pueblo como del mar.
Por último, no podemos dejarnos Ampuriabrava, conocida como la Venecia catalana debido al gran número de canales que recorren la ciudad. Sus playas bonitas contrastan con las ruinas de Empuries, el yacimiento arqueológico greco-romano más importante de toda Cataluña.