Los platos vienen acompañados por una carta líquida donde podemos encontrar hits de la casa como el zumo tropical (con mango, coco y piña), la limonada casera con fruta del día, el Espresso Martini (con vodka, licor café, doble espresso) o la naranjada casera (con zumo naranja natural, soda, hielo), por poner algunos ejemplos. El café, de especialidad, viene facturado por una flamante Marzocco que cuenta con variedades de La Aurora, Nicaragua u otros tantos países dependiendo del mes y la temporada. Un equipo de baristas profesional es el encargado de servirlo con la profesionalidad impoluta que merece el oficio, aunque en un ambiente desenfadado y con un punto gamberro que ya se ha convertido en la marca de la casa. Este momento, el del café a modo de ritual, es idóneo para probar también la tarta Sacher casera, otro hito del restaurante. Porque, si de algo se puede jactar La Esquina es del proceso artesanal de cada una de sus recetas, que cuida con mimo el proceso de elaboración hasta el último detalle.
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