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La torre del Canónigo, el histórico icono de los artistas e intelectuales de medio mundo, hoy símbolo de la exclusividad en el corazón de Ibiza.

Miró, Juan Genovés o Eusebio Sempere expusieron en este lugar durante los años 60 y otras figuras como Grace Kelly, Rainiero de Mónaco o la banda Pink Floyd frecuentaron este alojamiento en su esplendor de las décadas siguientes

Situado en Dalt Vila, en un edificio protegido como Patrimonio de la UNESCO sobre las antiguas murallas romanas del casco histórico ibicenco, el hotel ofrece una experiencia inmersiva en la ciudad

Su remodelación ha corrido a cargo del vanguardista estudio de Lázaro Rosa-Violán, que ha respetado al máximo la historia del lugar, buscando generar una conexión con el huésped y la singularidad que caracteriza a sus trabajos

La Torre del CanónigoSmall Luxury Hotel, parte del grupo hotelero Badebles Hotel, tiene una suerte de ubicación pero también de historia entre sus paredes. En pleno corazón de Dalt Vila, núcleo histórico de Ibiza y espacio nombrado Patrimonio Mundial por la UNESCO, su edificio original -que hoy alberga el hotel principal- se sitúa sobre las antiguas murallas renacentistas que forman parte de la antigua acrópolis romana de la capital pitiusa.

Con un total de tres edificios y un total de 24 habitaciones y suites, este pintoresco hotel boutique, parte del sello Small Luxury Hotels, se presenta como el enclave perfecto para descubrir la Ibiza más autóctona sin renunciar a la accesibilidad del resto de la isla. Además, su remodelación ha corrido a cargo del vanguardista estudio de Lázaro Rosa-Violán, que ha respetado al máximo la historia del lugar, buscando una conexión con el huésped y la singularidad que caracteriza sus trabajos, generando una exclusividad única.

En consecuencia, el hotel dispone de unas increíbles vistas panorámicas de la bahía y el puerto desde su Torre, especialmente disfrutables desde su restaurante Corsario Restaurant & Terrace. Con un nuevo chef ejecutivo al frente esta temporada, el cubano Liván Valdés buscará unir la sublimación que caracteriza al producto local de este establecimiento con un sorprendente concepto de vanguardia fruto de su experiencia previa Londres y Madrid.

La isla de la energía creativa
De hecho, este establecimiento -ya icónico en la isla- toma su nombre del antiguo hotel y también parte donde hoy se ubica La Torre del Canónigo, que fue casa de multitud de reuniones de intelectuales y artistas internacionales. Antaño casa de piratas, el Corsario se convirtió en los 60 en la sede del grupo Ibiza 59, un colectivo de artistas residentes en la isla formado por Hans Laabs, Antonio Ruiz, Katja Meirowsky o Bob Munford; un total de nueve artistas que se reunieron por iniciativa de Emil Schillinger -que acababa de abrir el alojamiento homónimo en la antigua casa Tur “Cossari”- y que declararon este espacio galería de arte.

Así, y con una finalidad puramente expositiva, realizaban una muestra individual una vez al mes y otra colectiva anualmente. Como consecuencia, artistas de la talla de Miró, Juan Genovés, Eusebio Sempere o Pancho Tossío expusieron allí, dotando de una dimensión a su actividad y poniendo en el mapa este pequeño enclave, que luego sirvió de inspiración a tantos artistas de diferentes disciplinas.

Pink Floyd, More y Corsario: un idilio hecho en Ibiza

A partir de los 70 (y con el grupo Ibiza 57 ya disuelto), la isla adquirió una relevancia sin igual a nivel global, con músicos, cineastas y abanderados del movimiento hippy estableciendo su residencia. De hecho, ¿qué tienen en común Jean-Paul Gautier, Pink Floyd o Grace Kelly? Que todos cayeron enamorados de la isla y pasaron por el edificio Corsario, alojándose o participando en reuniones y fiestas que se celebraban en la ciudad ibicenca. De hecho, la terraza del -ahora restaurante- de título homónimo fue elegida como uno de los escenarios de la película More, con Pink Floyd, que marcó el debut del cineasta suizo Barbet Schroeder (Bartly, El Valle, Amnesia).

De hecho, su estreno en gran parte de Europa en el 69 (en España no se estrenaría, por la censura franquista, hasta el 77), hizo que se multiplicasen los vuelos charter desde Francia y Alemania. No solo en cuestión de diez años los turistas de triplicaron (pasando de unos 40.000 a 400.000 en el 70), sino que el filme  se considera uno de los más relevantes rodados hasta la fecha en la isla; es más, la elogiada fotografía de Néstor Almendros hizo que el Fomento del Turismo  recibiese cartas para alquilar propiedades ese mismo verano.
Un hotel con tres partes inseparables de la histórica capital pitiusa
Junto a Corsario, el espacio total del hotel se resume en otras dos partes; por un lado, la Casa Puget, una construcción del siglo XVI que era originalmente un Convento Jesuita y del que aun se conserva un jardín de olivos, además de una piscina y solarium como añadido contemporáneo. Por otro, la Torre, una construcción vigía construida sobre las antiguas murallas medievales en el siglo X y con vistas al puerto de Ibiza, que además es uno de los edificios mejor conservados de la estructura histórica de la capital.

Redacción Barcelona

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