Dos expertas, en medicina estética y cosmética, resuelven algunas de las cuestiones más frecuentes sobre el cuidado de la piel en esta época del año
Para disfrutar al máximo de todas las bondades del verano debemos cuidar especialmente el cuidado de nuestra piel, la cual durante estos meses se enfrenta numerosas agresiones externas como los rayos del sol, el salitre del mar o el cloro.
La médico estética Alejandra Olmo pone el foco en la sobreexposición al sol. Resalta que «las manchas de hiperpigmentación, como las relacionadas con la edad, los llamados léntigos solares, son causados por un exceso de sol. Es por ello que aparecen con más frecuencia en partes del cuerpo que suelen estar expuestas, como la cara, el cuello, el escote, las manos o los brazos», asegura la doctora.
P: ¿Tenemos que renunciar a la playa, tumbona, paseos, orilla del mar, senderismo o actividades al aire libre a pesar de que nos embadurnemos con fotoprotectores de última generación?
R: «A pesar llevar una protección solar alta, hay que tomar el sol con prudencia porque dicha protección no es total, y el exceso de exposición se convierte en un peligro para la salud. Lo mejor es protegerse del sol durante las horas centrales del día. En caso de practicar algún deporte en esas horas, se deben extremar las precauciones. Los pequeños necesitan una protección solar especial apta para la piel de los niños».
P: ¿Qué es el SPF?
R: «Se trata del índice que determina la protección frente a la radiación ultravioleta. A más factor de protección, lógicamente se necesitaría mucha más energía solar para producir una quemadura».
La experta en cosmética Natalia Olmo, fundadora de la firma ecológica Maminat, recomienda el uso de un protector solar con filtro físico (natural) y no químico. «Los filtros químicos, los más frecuentes en la cosmética tradicional, están compuestos de moléculas que absorben los rayos UVA y UVB y llegan hasta las capas más profundas de la piel, provocando intolerancias y alergias. Sin embargo, los filtros solares físicos son la alternativa natural y sin tóxicos para la protección solar. Contienen micropartículas que actúan como pequeños espejos, con efecto reflejo impidiendo que la piel absorba la radiación», señala.
P: ¿Puedes un protector realizado solo con elementos naturales tener un efecto protector suficiente o igual a uno realizado a base de productos químicos?
R: “Exactamente igual. El protector solar Maminat con SPF 50 es exactamente igual de efectivo que cualquier otro fotoprotector con filtro solar químico”.
El calor y el exceso de sol hacen que en esta época sea más común tener la piel irritada o deshidratada, «debido a los bajos niveles de humedad en el organismo», dice Natalia. «En verano suele ocurrir por no beber suficiente agua o por pasar demasiado tiempo al sol».
Alejandra recomienda «utilizar productos con una formulación suave que no incluya componentes agresivos, como alcoholes, parabenos o colorantes artificiales». Así, puntualiza, «se hidratará la piel y no se irritará más de lo que ya está».
P: ¿Es la cosmética natural, ¿más saludable que la química?
R: “Sí, sin lugar a dudas. La piel es el órgano más grande que tenemos y absorbe aquello que le echamos. La cosmética que no es natural usa productos derivados del petróleo y sustancias que pueden producir problemas en el sistema hormonal, en nuestra salud”.
Para Natalia resulta fundamental incorporar «una buena hidratante facial y un sérum. La primera porque reestablece los niveles de hidratación del rostro y el segundo porque incide en los problemas específicos de la piel». La piel corporal también requiere revistar ciertos hábitos durante el verano. «Muchas veces la olvidamos y el resultado es una piel seca, deshidratada, escamada… que puede incluso derivar en problemas dermatológicos como la dermatitis o la piel atópica», comparte la experta.
Usar crema hidratante a diario ayuda a mantener los niveles de humedad de la piel y además refuerza su función barrera. «Igual que se aplica una hidratante en el rostro, debe aplicarse en el cuerpo, y no solo en verano», zanja.
