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SIERRA DEL SUEVE, EL ANTÍDOTO ASTURIANO CONTRA EL ESTRÉS EN UN PALACIO DE LEYENDA

El estrés del día a día se desvanece con cada curva del camino que nos adentra en el corazón verde de Asturias. Dejamos atrás el ruido y la prisa, buscando un remanso de paz donde el alma pueda respirar y la conexión con la naturaleza se convierta en la melodía de nuestros días. Nuestro destino: la legendaria Sierra del Sueve, un macizo montañoso que se alza con orgullo, ofreciendo paisajes de ensueño y una tranquilidad que acaricia los sentidos.

Nuestra base para esta escapada de reconexión es el Palacio de Cutre, un antiguo palacio asturiano del siglo XVI que parece sacado de un cuento de hadas. Con su imponente muralla, su torre centenaria y su capilla de la misma época, este hotel boutique se erige como una atalaya privilegiada, dominando con elegancia el horizonte. Desde sus ventanas, la mirada se pierde en la majestuosidad de los Picos de Europa, la sinuosa Sierra del Sueve y el fértil valle del río Piloña, todo ello enmarcado por una finca de 18.000 metros cuadrados donde la naturaleza despliega su esplendor.

La suntuosidad y la delicadeza son la impronta de cada estancia y salón del Palacio de Cutre. La decoración exquisita nos transporta a otra época, mientras la cálida bienvenida de sus anfitriones nos hace sentir como en casa desde el primer instante. Sus 17 habitaciones, con capacidad para unas cuarenta personas, son refugios de paz donde el descanso se convierte en un arte. El jardín, un edén de 2.000 metros cuadrados, es una explosión de color y aroma. Hortensias exuberantes, árboles autóctonos que susurran historias centenarias y antiguos rosales nos invitan a perdernos en su belleza, con la silueta imponente de los Picos de Europa como telón de fondo. Pero el verdadero protagonista y «alma mater» de este jardín encantado es un roblón de 600 años, un gigante silencioso bajo cuya sombra podemos deleitarnos con un buen libro extraído de la biblioteca del palacio. Este venerable ejemplar ostenta el segundo lugar en cuanto a diámetro entre los robles del Principado de Asturias, un testigo mudo de siglos de historia.

Las noches de verano, por si estás pensando en una escapada más adelante, en el Palacio de Cutre son un espectáculo aparte. Las famosas puestas de sol pintan el cielo de tonalidades cálidas mientras el susurro de los pájaros y la suave brisa nos arrullan en un ambiente de serenidad absoluta. Este rincón asturiano se revela como el lugar perfecto para desconectar del bullicio y reconectar con la paz interior. La gastronomía del Palacio de Cutre es otro de los pilares fundamentales de esta experiencia de reconexión. Con productos de la tierra y recetas tradicionales reinterpretadas con un toque de sofisticación, cada plato es un homenaje al sabor auténtico de Asturias. Degustar una fabada asturiana cocinada a fuego lento, saborear un tierno cordero xaldu a la estaca o dejarse sorprender por la frescura de un pescado del Cantábrico, todo ello maridado con una sidra natural o un vino de la región, es un deleite para los sentidos que complementa a la perfección la tranquilidad del entorno.

Una anécdota histórica de la Sierra del Sueve nos transporta a tiempos remotos. Se cuenta que en sus intrincados bosques y cumbres escarpadas, durante la Edad Media, se refugiaron numerosos eremitas y ascetas buscando la soledad y la conexión espiritual. Atraídos por la naturaleza agreste y la sensación de aislamiento del mundo terrenal, construyeron pequeñas ermitas y vivieron en comunión con el paisaje, dejando una huella de misticismo que aún se percibe en la atmósfera tranquila y sobrecogedora de la sierra. Sus historias de contemplación y búsqueda interior resuenan con nuestro propio anhelo de desconexión y reencuentro personal en este santuario natural.

La Sierra del Sueve y el Palacio de Cutre nos ofrecen una escapada donde el tiempo se ralentiza, el estrés se disipa y la belleza del paisaje y la calidez de la acogida nos invitan a reconectar con nosotros mismos y con la esencia pura de la naturaleza asturiana. Un refugio de paz donde cada detalle está pensado para una experiencia de desconexión y bienestar inolvidable.

Inés Alvarez

Writer & Blogger