Escapada relax a La Boella, un entorno idílico donde reponer fuerzas tras la vuelta a la rutina

Este complejo oleoturístico y hotel boutique de Tarragona se presenta como el candidato ideal para un retiro en un oasis de tranquilidad donde cargar pilas tras la “vuelta al cole”. Destaca su amplia oferta de actividades de ocio al aire libre y múltiples propuestas    gastronómicas y enológicas: degustaciones de quesos y aceites, cursos de catas de vinos y talleres de cocina. Todo el año esperando a que lleguen las ansiadas vacaciones de verano y después pasan sin apenas darse cuenta. Dos días después de volver al trabajo, aparece la impresión de que los días de descanso “están a años luz” y la vuelta a la rutina se hace cada vez más difícil. Un cambio que es mejor afrontar gradualmente para atenuar el síndrome postvacacional y evitar tener que hacer esfuerzos adicionales que resten energía al primer toque de despertador. Ubicado en La Canonja, a sólo diez minutos de la histórica Tarragona, de sus playas y campos de golf, el complejo oleoturístico y hotel boutique La Boella se alza como un escenario ideal para recargar las fuerzas después de haber vuelto a la rutina. Un lugar que facilita afrontar la cuesta de septiembre gracias a su completa oferta de ocio y gastronomía, que invita a quedarse y a disfrutar de ella descubriendo que el placer no acaba con el fin de las vacaciones. Un entorno idílico que invita a desconectar para volver a conectar El complejo tarraconense se caracteriza por su decoración de estilo rústico, que proporciona un ambiente cálido y acogedor. Sus paredes de piedra y sus techos -que dejan entrever las vigas- combinados con mobiliario moderno y de diseño, le dan un toque especial. Una de las principales ventajas que ofrece el complejo de Tarragona es su entorno. Cuenta con diversos jardines donde pasear durante horas y desconectar del ambiente urbano en un entorno de paz, tranquilidad y silencio entre flores, árboles, césped y fuentes. Por otra parte, La Boella es reconocida por su restaurante, que ofrece una cuidada carta con menús e ingredientes de gran calidad y kilómetro cero, adaptados a todos los gustos. Un establecimiento que elabora sus platos con un producto excepcional, un servicio de lujo y un final para el recuerdo en uno de los enclaves más singulares de la Costa Dorada. Además, su cuidada gastronomía también puede degustarse en su terraza, con diez mesas totalmente integradas con el entorno, donde la experiencia culinaria se acentúa notablemente en un marco de naturaleza rodeado de naranjos, flores de azahar, magnolias, lavanda y romero. También cabe la posibilidad de disfrutar del último baño del verano en la piscina del hotel, que está abierta durante todo el día con servicio de toallas incluido, lo que permite mucha flexibilidad si se desea tomar un baño nocturno. Asimismo, cuenta con una zona de solárium con hamacas para tumbarse al sol y también zonas con sombra bajo una gran pérgola. Entre todos los servicios a disposición del cliente, destaca su amplia oferta de actividades de ocio al aire libre, y si se es un amante de la gastronomía, el complejo cuenta con múltiples propuestas gastronómicas y enológicas, como degustaciones de quesos y aceites, cursos de catas de vinos y talleres de cocina.

Torneos deportivos para socializar y mantenerse en forma durante las vacaciones

Playa Montroig Camping Resort organiza cada verano competiciones amistosas de hasta ocho deportes diferentes con el objetivo de propiciar un ambiente cálido y familiar entre los clientes durante sus vacaciones. Para muchos, desconectar del trabajo y disfrutar de unos días de descanso no implica dejar de hacer deporte. De hecho, la ecuación vacaciones y deporte está cada vez más en auge. Precisamente, para el camping tarraconense Playa Montroig Camping Resort el deporte es uno de los pilares fundamentales, por lo que año tras año trabaja para ofrecer a su público una elaborada propuesta de programación de actividades deportivas en unas instalaciones que se mantienen y se amplían prácticamente cada temporada. Uno de los puntos estrella de la apuesta de Playa Montroig por la actividad física son los torneos deportivos que el camping organiza cada verano. Competiciones de fútbol, pádel, tenis, básquet, petanca, tenis mesa, voleibol playa e Iron Camp (una adaptación del triatlón que incluye pruebas de natación, ciclismo y running) integran la oferta deportiva diaria de este resort de lujo durante los meses de junio, julio y agosto. Se trata de uno de los servicios que ofrece que permite a sus clientes inscribirse de forma gratuita e ilimitada a cualquier torneo. Las oportunidades que brinda el kilómetro de playa privada y el Sport Center son prácticamente infinitas, razón por la que los torneos veraniegos son muy concurridos por todos los perfiles de turistas que se hospedan en el camping. Una de las disciplinas deportivas con más participantes es el torneo de petanca en horario nocturno, un deporte que se ha popularizado mucho durante los últimos años. Además de mantenerse en forma y por los beneficios que aporta para la salud el hecho practicar deporte, las competiciones organizadas por Playa Montroig también fomentan una competitividad sana entre todos los clientes del camping, consiguiendo así un ambiente ameno, distendido y familiar. Algo que creará vínculos de amistad que, en muchos casos, serán motivo de volver a pasar las vacaciones en el mismo lugar. Los torneos deportivos se han convertido ya en un clásico del verano en Playa Montroig y, gradualmente, también se están convirtiendo en otro ‘must’ las actividades dirigidas que se pueden disfrutar en el Fitness Center o al aire libre, como zumba, body jump, body pump, body combat, streching, yoga y pilates. Playa Montroig, un camping comprometido con el deporteAdemás de la oferta deportiva dentro del propio establecimiento, este camping ha mostrado en diversas ocasiones su compromiso con la práctica deportiva. Por ejemplo, apoyando a los equipos locales, como cuando se convirtió en el patrocinador del equipo de futbol de Mont-Roig del Camp en las categorías prebenjamín, infantil y juvenil, a las cuales aportó una suma de 3.000 euros para su equipación.