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Descubre Roses: 10 rutas de senderismo que te transportarán a la Época de Bronce

Un viaje emocional de regreso al pasado por el patrimonio arqueológico y de la piedra seca que atesora a la localidad rosense, referente a la Costa Brava

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Dolmen Cap de l’Home

Otoño es esa estación en la que reina la melancolía e invita a dar largos paseos por la naturaleza para reflexionar, para reencontrarnos a nosotros mismos… Y si estos paseos tienen el aliciente añadido de transportarnos a un viaje en el tiempo, la experiencia sensorial ya es única. Todo esto lo ofrece una localidad: Roses.

Más allá de sus reconocidas playas y calas, en su potente imán veraniego, la localidad rosense está arropada en sus alrededores por huellas arqueológicas que nos llevan al pasado. ¡A más de 3.000 años antes de Cristo! Dólmenes, menhires, cistas y necrópolis, perfectamente integrados en el paisaje, son el perenne recuerdo de los primeros habitantes de sus maravillosas tierras.

Roses es el sitio ideal donde se encuentran cultura e historia, están unidas al privilegiado entorno natural que la arropa, la protege, la mima… Y aunque sus dos grandes iconos patrimoniales son la Ciutadella y el Castillo de la Trinitat, dentro de la propia localidad, existe un valioso patrimonio arqueológico que data del megalítico con tres itinerarios. Estos itinerarios se pueden visitar fácilmente hoy gracias a una renovada señalización, con códigos QR accesibles vía móvil. Gracias a ella es posible acceder al Itinerario Megalítico de la Piedra Seca I y II o al Itinerario Megalítico y de Paisaje III para emprender un viaje senderista y emocional a la prehistoria.

De la treintena de vestigios arqueológicos protegidos como Bien Cultural de Interés Natural, estos son los diez principales:

  • Dolmen de la Creu d’en Cobertella: el más grande de Cataluña, documentado desde 1912 y construido con siete inmensos bloques de piedra colocados verticalmente y una losa de cubierta con un peso de más de 18 toneladas.
  • Dolmen del Llit de la Generala: sepulcro de corredor con cámara subcircular y estrecho pasadizo. Antes de ser excavado y restaurado en 2001, estaba encajado en una pared de viña que protegía parte del montículo, el pasillo y las losas caídas.
  • Dolmen del Cap de l’Home: conocido como Turó de l’Home. De cámara trapezoidal corta, en su interior se hallaron un cuchillo, un raspador sílex y un collar. Tras la cabecera aún queda parte del montículo que lo rodeaba. El entorno fue restaurado en los años 80.
  • Dolmen de la Casa Cremada: se cree que era un sepulcro de corredor, de cámara trapezoidal. Del megalito se han identificado las dos losas de gneis que debían construir la cámara. Esta zona de la Casa Cremada fue en la prehistoria un área dedicada a los entierros.
  • Menhir de la Casa Cremada I: un gran bloque de gneis, de 2,4 metros de altura. La piedra presenta una beta blanca de cuarzo en la parte superior que lo caracteriza y los cantos del megalito están retocados. Descubierto en 1996.
  • Cista del Pla de les Gates: tumba neolítica en la loma de la Torre del Sastre, integrada en la necrópolis de Montjoi; un área de entierro que ocupaba montañas en un radio de 1,5 km. De su estructura solo se conserva una de las losas laterales de pizarra.
  • Cista del Puig Rodó: tumba de la que solo se conserva el montículo circular y la base rectangular de la cámara funeraria. Descubierta en 1985, el montículo está compuesto por piedras del entorno (cuarzo y pizarra) y conserva la mitad de su altura original (1 metro).
  • Tumba del General: sepulcro megalítico tipo cista con un montículo formado por una cámara rectangular larga excavada parcialmente en la roca. Descubierta en 1946, su cubierta actual no es la original, que debió ser una gran losa que cerraba todo el espacio.
  • Necrópolis del Puig Alt: cementerio de montículos del final de la Época de Bronce, dividido en dos núcleos de entierros: uno de 36 tumbas y otro de cinco. Excavada en 1965. En su ritual de cremación se preparaba el cuerpo del difunto, se trasladaba a la pira funeraria donde era quemado y luego sus cenizas de esparcían sobre la tumba.
  • Bauma del Cap de l’Home: cavidad natural a partir de una roca que sobresale de la pared rocosa. El espacio cubierto que se crea debajo se cerró con una pared de piedra seca, para guardar o cobijar rebaños. En el centro de la cueva hay un pasillo con escalones que permite el acceso del espacio.

Sara Coronado

Writer & Blogger