Roma, la capital de Italia, es una ciudad que respira historia, arte y cultura en cada esquina. Conocida como la «Ciudad Eterna», Roma ha sido testigo del auge y caída de imperios, cuna de la civilización occidental y hogar de innumerables obras maestras que desafían el paso del tiempo. Si dispones de 4 días, te proponemos una ruta para descubrir los imprescindibles de esta ciudad fascinante.
Día 1: El corazón de la Antigua Roma
Empezamos nuestro viaje en el Coliseo, el anfiteatro más grande del mundo, donde gladiadores luchaban y fieras salvajes eran exhibidas ante miles de espectadores. Admira su arquitectura imponente y revive los tiempos de la Antigua Roma.
A pocos pasos, se encuentra el Foro Romano, el centro de la vida política, social y religiosa de la antigua Roma. Pasea entre sus ruinas y templos, imaginando cómo era la vida en esta ciudad hace miles de años.
Subiendo la colina del Palatino, encontrarás los restos de las residencias imperiales y disfrutarás de vistas panorámicas del Foro y del Coliseo.
Termina el día en la Fontana di Trevi, una de las fuentes más famosas del mundo. Lanza una moneda al agua, ¡según la tradición, asegura tu regreso a Roma!
Día 2: El Vaticano y sus tesoros
Cruza el río Tíber y adéntrate en la Ciudad del Vaticano, el estado independiente más pequeño del mundo y centro de la Iglesia Católica. Visita la Basílica de San Pedro, una obra maestra de la arquitectura renacentista que alberga tesoros como la Piedad de Miguel Ángel.
No te pierdas los Museos Vaticanos, una vasta colección de arte y artefactos que incluyen la Capilla Sixtina, con los frescos de Miguel Ángel que te dejarán sin aliento.
Por la tarde, pasea por el barrio de Trastevere, conocido por sus calles empedradas, sus restaurantes tradicionales y su ambiente bohemio.
Día 3: El encanto de la Roma barroca
Hoy exploraremos la Roma barroca, empezando por la Piazza Navona, una plaza vibrante con la Fuente de los Cuatro Ríos de Bernini en su centro.
Continúa hacia el Panteón, un antiguo templo romano convertido en iglesia, que te impresionará con su cúpula y su óculo que deja pasar la luz del sol.
Visita la Iglesia de San Luis de los Franceses, donde podrás admirar tres obras maestras de Caravaggio.
Termina el día en la Plaza de España, con su famosa escalinata y la Fontana della Barcaccia.
Día 4: Más allá del centro histórico
Para el último día, te proponemos explorar lugares menos conocidos pero igualmente fascinantes. Visita la Villa Borghese, un parque enorme con jardines, un lago y la Galería Borghese, que alberga una impresionante colección de esculturas de Bernini y pinturas de Caravaggio, Rafael y Tiziano.
Después, dirígete a las Catacumbas de Roma, antiguos cementerios subterráneos donde los primeros cristianos enterraban a sus muertos.
Termina tu viaje en la Vía Apia, una de las calzadas romanas más antiguas, que te transportará a la época del Imperio Romano.
Gastronomía romana: un festín para el paladar
La cocina romana es rica y sabrosa, con platos que te harán agua la boca. Prueba la pasta cacio e pepe, hecha con queso pecorino romano y pimienta negra, o la carbonara, con huevo, panceta y queso.
No te pierdas la pizza romana, de masa fina y crujiente, o los supplì, croquetas de arroz rellenas de mozzarella y tomate.
Para postre, prueba el tiramisú, un postre cremoso de café y mascarpone, o los maritozzi, bollos dulces rellenos de nata.
Consejos para tu viaje a Roma:
Reserva tus vuelos y alojamiento con antelación, especialmente si viajas en temporada alta.
Compra la Roma Pass, una tarjeta turística que te da acceso gratuito a muchos museos y transporte público.
Lleva calzado cómodo, ya que caminarás mucho por las calles de Roma.
Aprende algunas frases en italiano, aunque muchos romanos hablan inglés.
Prueba la gastronomía local, ¡no te arrepentirás!
Roma es una ciudad que te cautivará con su historia, su arte y su cultura. ¡Disfruta de tu viaje!
